domingo, 16 de marzo de 2014

CERO AL AS


     Tengo la sensación de que hoy va ser un día atípico, uno de esos días que nadie espera y que, en la mayoría de los casos, nadie quiere. Porque, seamos realistas, casi nadie quiere correrse un poco de lo seguro, salir del sillón cómodo de las horas que pasan suavemente. Todos alegamos el deseo de grandes aventuras amorosas, de increíbles viajes a través de paisajes de leyenda, pero al final, preferimos la comodidad de la rutina diaria, de lidiar con las ausencias predicando el "por algo será".
     Entonces, hoy tal vez sea un día atípico. Porque hoy voy a salir del sillón y los almohadones de esta tarde de domingo de nostalgias asesinas, de desesperanzas construidas con los días pasados sin aventuras amorosas ni viajes de leyenda, sin Catalina ni Heathcliff, sin Sandokán ni Julio Verne. Hoy, apenas se extingan las cenizas remanentes del sueño en una cama que aún conserva un lado intacto, dejaré mi orgullo en el armario y saldré a caminar la costa, a buscarla en todos esos lugares donde sé que no está, a contarle a la gente en cada esquina que la quise y que me puse equivocadamente a disposición de su destino, que me hundí en el peor de los fangales cuando su aroma de mujer se fue con el viento y que, finalmente,  me entregué sin luchar.
     Voy a caminar las plazas y los bares, voy buscarla entre los corazones tallados en los árboles y las piedras, voy a preguntarle a los amigos si saben algo de ella y de su risa; si conocen su paradero o si la han visto emprender un nuevo viaje. Quizás en algún momento me detenga un rato a escuchar a unos de esos artistas callejeros que como elegidos por la mano del destino cantan canciones desconocidas a nuestro paso invitándonos a bailar, a perder la vergüenza y enredarnos los pies y los amores en una baldosa. O también puede ser que vaya hasta la punta de la escollera a tirar algunas piedras, a decir su nombre donde nadie pueda escucharme, a dejar que el nudo en la garganta me apriete el alma libremente y me exprima algunas lágrimas que corran a juntarse con el mar pensando en todos los que se han ido y los que se seguirán yendo irremediablemente. Es que el mar es siempre testigo de la vida y de la muerte, compañero de las ausencias, confesionario de esos secretos nunca deben llevarse a la tumba.
      Sí, hoy va ser un día atípico. Porque una vez que haya terminado de buscarla falsamente en aquellos lugares donde sé perfectamente que nunca la encontraría, enderezaré mis pasos e iré a su encuentro, a solicitarle frente a frente su destino como propio, a mostrarle una vez más que mi orgullo no existe y que mi armario se ha llenado de cartas que nunca le envié. Iré a dibujar un corazón con su nombre y el mío en la arena para que sea la marea la que lo borre, para que no sean ni el miedo, ni el orgullo, ni los desencuentros, ni la muerte. Iré a su encuentro para que me eche de una vez por todas de su lado, para que me mire furiosa y se enoje por mi atrevimiento, por haberme levantado del sillón para invitarla por última vez a deshacer mi cama, por haberme aferrado a este hábito imperdonable de escribirle una y otra vez cartas desesperadas y sin sentido en vez de ir a besarla impunemente como lo haré ahora.
      Y así como existe algo típico de los días atípicos, existe a su vez la sorpresa y los imponderables, los electrones sueltos y la bola que salta en la ruleta manejada por el azar. Existen los locos y los enamorados, existen los ciegos y los desahuciados, existen los dados y el misterio del cubilete que los tapa en la mesa ocultando una generala casual y oportuna que sale a la luz justo antes de tachar la doble. Y entonces, ¿por qué no creer que entre todas esas probabilidades existe también una que pueda transformar este típico día en uno atípico y que ella me recuerde sin querer en este final del texto y sin darse cuenta sonría?
     Que sonría como probablemente vos lo estés haciendo ahora mientras me leés y te das cuenta de que vos sos ella.

RR



No hay comentarios:

DE LA NOCHE A LA MAÑANA

     ¿Qué hora es?.. ¿Ya?.. ¿Y a qué hora se hizo esta hora? ¿Dónde estaba yo cuando esa hora vino y se fue la anterior? Porque se fue, se...