lunes, 27 de enero de 2014

A SOLAS

     Pensá lo que quieras de mí, ya no importa. Pensá, si querés, que estoy loco, que tengo algún problema en la cabeza. Pensá lo que vos quieras pensar. Sólo te pido una última cosa: no olvides.
      No olvides que alguna vez tu cara se llenó de una risa que fue capaz de resucitarme al atardecer, a esa hora en que todo parecía morir. No olvides que el contacto de tu mano pudo estremecer por las noches mi cuerpo vencido por el cansancio de los años. Recordá aquella energía que irradiaba tu presencia en algunas ocasiones y que lograba acelerar el flujo de mi sangre para restaurar el pulso de mi corazón hecho pedazos. No olvides tampoco esos tiempos de sueños postergados, de viajes imaginarios, de ganar y de perder, de dar y recibir. No olvides que hasta encontrarnos éramos sólo casualidades, probabilidades logarítmicas, agujas perdidas para siempre en pajales anónimos.
      Sí, cuando estés finalmente a solas, no te olvides de mí, de que te quise con todo lo que tenía, sin tapujos y sin vergüenzas. No te olvides, cuando te sorprenda la vida, de que aunque ya no estoy ahí, llorando tu llanto, riendo tu risa, algo de mí quizás ha quedado en vos, algo que tal vez pueda servirte para no sentirte tan sola, para pretender que algunas ausencias son sólo una anécdota del pasado y que lo verdadero, lo real, es que te he querido hasta el hartazgo.Y todo eso, querida mía, debe estar todavía en alguna parte de este universo que nos rodea y nos parece inescrutable.
      No te olvides de mí, porque si no lo hacés, siempre podrás volver a encontrarme.


RR


No hay comentarios:

DE LA NOCHE A LA MAÑANA

     ¿Qué hora es?.. ¿Ya?.. ¿Y a qué hora se hizo esta hora? ¿Dónde estaba yo cuando esa hora vino y se fue la anterior? Porque se fue, se...