POR ESTA NOCHE
Hasta qué punto he
envilecido, hasta dónde me he vuelto tan miserable y perverso que no
puedo soltarte, que no logro dejar que te vayas, que te he encarcelado
en el corazón y en la mente, en el cuerpo y en el alma. Que te defiendo
con uñas y dientes del olvido, de la pena y de la desesperanza. Que no
puedo dejarte ir sabiendo que mañana amaneceré solo, que en el mismo
instante en que desaparezcas de mi vida me convertiré en un viento
errante soplando un desierto infinito. Que no puedo entregarme al
desasosiego de perderte, así, como si nada, no puedo. Que no logro
cortar estas cadenas de espanto que me unen a la idea de no tenerte.
Porque te amo hasta la locura, porque has crecido debajo de mi piel como
un órgano vital y sin vos lo único que puedo esperar es una vida sin
gustos ni aromas, impiadosa y mortal. No, amor mío, no puedo hacerlo, no
quiero hacerlo. No me sueltes, no me entregues al dolor de tu ausencia,
quedate, solo por esta noche, como ayer.
RR
RR
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