PALABRAS OLVIDADAS
¿Quién
era yo para darle consejos? Yo sólo podía decirle lo que me pasaba con
ella. Y la verdad es que con ella me pasaba de todo. De todo menos el
tiempo. Con ella me despertaba, me levantaba, me tomaba unos mates,
trabajaba, iba, venía, disfrutaba, comía, me bañaba, me acostaba y
soñaba. Con ella pasaba de la injustificable alegría de quererla al
dolor de no tenerla cerca. Con ella me sentaba
a pensar y seguía sin entender nada. Con ella me cai un día a este pozo
al que me acerco a veces a escribirle algunas líneas. Con ella cerraba
los ojos y encontraba las notas que buscaba. Con ella no fui
inmensamente feliz pero me quedé con ganas de serlo. Con ella practiqué
todo tipo de soliloquios y con ella aturdí a mis amigos.
Eso es lo que me pasaba con ella. Y ahora que no es hora para nada (como dice el tango) viajan cada tanto algunas palabras hasta sus ojos, palabras que dejó olvidadas en mi boca y que ella sabrá que hacer con ellas.
"Ya somos grandes y cada uno sabe lo que hace", me dijo una vez. Ella supo hacer con lo que le pasaba conmigo. En mi caso, todavía no sé qué hacer con todo esto que me pasa con ella.
Eso es lo que me pasaba con ella. Y ahora que no es hora para nada (como dice el tango) viajan cada tanto algunas palabras hasta sus ojos, palabras que dejó olvidadas en mi boca y que ella sabrá que hacer con ellas.
"Ya somos grandes y cada uno sabe lo que hace", me dijo una vez. Ella supo hacer con lo que le pasaba conmigo. En mi caso, todavía no sé qué hacer con todo esto que me pasa con ella.
RR
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