ESE LIBRO
Estos son los momentos raros, esos en donde no me encuentro, donde ando mirando para todos lados buscando una referencia. Son estos momentos donde las plabras se atoran, donde me dan vuelta un millón de cosas por la cabeza pero no puedo ordenarlas. Entonces, pongo un disco y te busco entre las notas que van y vienen como en una montaña rusa de cinco rieles, acordes, palabras, versos. De pronto me acuerdo de algún capítulo y voy hasta donde estaba ese libro y trato de recordar cuál es el que me llama, cuál es el que está tratando de contarme de vos. Pero nada, todo sigue en mi cabeza, y en un costadito, vos sentada riéndote de mí jugando a las escondidas. Pero ya no hace falta que te escondas, vos ya tenés tu lugar, tu pequeño ambiente en mi vida donde te paseas cada día de un lado a otro, mostrándote hermosa y feliz ordenando palabras, buscándoles un lugar a cada una para que se acomoden y se preparen para salir como lo están haciendo ahora. Ya lo sé, lo sé desde hace mucho, vos te vas a quedar ahí pero, sin embargo, te gusta que esas palabras salgan y te mimen, te gusta que se arrimen a vos en esos momentos en los que necesitás una caricia. Por mí, está bien, por lo menos sé que no van a parar a la basura, sé que estas palabras buscarán su destino, inquebrantables y pacientes, como ese que dice ser mi destino, ese que todavía quiere hacerme creer que es posible que nos volvamos a ver.
RR
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