Y EN EL FINAL...
Siempre me van a encontrar en la lluvia, porque me le animo, como me le animo a la tristeza y a la pena, como me le animo a quererla en la oscuridad de la noche. Me van a encontrar en los peores vendavales y en las peores tormentas, porque quererla no se me hace fácil, porque si fuese fácil sería un simple cariño y yo la quiero con la carne que se desgarra de mis manos subiendo esta cuesta interminable; la quiero con los músculos acalambrados en medio de este mar helado, desierto y tremendo; la quiero cansado como estoy de quererla, aplastado por esta realidad de no tenerla; la quiero entre las miradas y los comentarios; la quiero a pesar de sus equivocaciones y de las mías; la quiero atribulado, enloquecido por no poder dejar de quererla. Porque el tiempo se me termina y no logro encontrarla, porque quererla es sentirme vivo aunque no la encuentre nunca, aunque la muerte me halle justo en el momento de llegar a su boca. No me importa morir si logro morir mirándola, sabiéndola cerca. ¿Qué me importa arder en el maldito infierno si sé que está ahí? ¿Qué me importa esta lluvia y esta noche y estos vendavales y estos mares? ¿Qué me importan todas estas palabras que se pierden en esta carta que no existe? Nada va a quedar de todo esto, ni ella ni yo ni el mundo. Pero al final, cuando el sol salga nuevamente... the love you take is equal to the love you make.
RR
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