Y no es que me haya olvidado de vos, es solo que finalmente comprendí
que te podía seguir queriendo así, sin tu cuerpo, sin que me quieras e,
incluso, sin que ni siquiera me recuerdes. No me hizo falta que me
dijeras que ya no me querías, que ya no era parte de tu vida, no hizo
falta porque ya lo sabía y me fui solo, y en esa partida te llevé a
vivir conmigo para siempre. Lo que ya no
podía decirte al oído o mirándome en vos decidí escribirlo y guardarlo
junto con los recuerdos que me llevaría al final de mis días. Entonces,
cuando hubiera llegado tu momento y vieras que tal vez nada había valido
la pena, que todo carecía de sentido, en ese instante saldrían estas
palabras para morir a tu lado, para que supieras que alguien te había
querido, que yo te había querido, de verdad y hasta el final, que no
habías sido en mi vida solo unos días de enredos en una cama sino que
habías sido amor, amor sin tiempo, amor sin espacio, porque no
necesitaba medirlo para saber lo que era.
Ha llegado el momento de que lo sepas, fuiste mi amor hasta el último de mi suspiros y hasta ahora que llega el último de los tuyos.
Cerrá los ojos y tomá mi mano, voy a contarte una historia al oído.
RR
Ha llegado el momento de que lo sepas, fuiste mi amor hasta el último de mi suspiros y hasta ahora que llega el último de los tuyos.
Cerrá los ojos y tomá mi mano, voy a contarte una historia al oído.
RR
Foto: Pablo Silicz
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